De nombre Agustín María José Francisco de Jesús de los Ángeles Melgar Sevilla, nació en Chihuahua, Chihuahua, el 28 de agosto de 1829 y falleció en la Ciudad de México el 14 de septiembre de 1847, fue uno de los seis cadetes del Heroico Colegio Militar que actualmente son conocidos como los Niños Héroes.
Hijo del teniente coronel Esteban Melgar y de María de la Luz
Sevilla, su padre murió cuando él contaba con 2 años de edad; su madre quedó en la
penuria. Terminó la instrucción primaria y perdió a su madre, quedando
totalmente huérfano, por lo que marchó a la Ciudad de México, con la idea de
ingresar al Colegio Militar. En su infancia
radicó en la Ciudad de México.
Solicitó su ingreso al Heroico Colegio Militar el 4 de noviembre de 1846 y fue aceptado con fianza de su hermana Merced, a cuyo cuidado había quedado. Llevaba
una carta de solicitud, que en parte decía:
"Excmo. señor: El ciudadano Agustín Melgar, ante S.E.
respetuosamente comparezco y digo: que deseoso de pertenecer a la gloriosa
carrera de las armas, a que mi padre sirvió y murió de inspector en Chihuahua, y
tal vez útil a mi patria, impetro la gracia de V.E. a fin de que se digne
admitirme en el Colegio Militar, para cuyo efecto acompaño los documentos de
estilo, exceptuando la fe de bautismo, por hallarse en Chihuahua, pero protesto
hacerlo tan luego como llegue..." Fue recibido, al día siguiente, el 7 de
Noviembre; pasó por cajas, para recibir su equipo de cadete, el cual vistió con
orgullo.
En Febrero de 1847, el grupo conocido como los "Polkos"
se rebeló y fué contenido parcialmente por el Gobernador del Distrito Federal
Juan José Baz.
Agustín Melgar era recluta, pero como no asistió a la
revista del comisario, el 4 de Mayo fue dado de baja. Sin embargo, el 19 de
Agosto fue readmitido al colegio, después de que diariamente se presentaba a
pedir su reingreso, ofreciendo sus servicios ante la invasión Estadounidense. Fué reaceptado después de la Batalla de Churubusco como cadete agregado el 8 de septiembre de ese mismo año y así concurrió a
la defensa del Castillo, pues carecía de familia con la cual vivir, cuando se
les envió a sus casas a los cadetes, deseando además ayudar a su defensa.
El 13 de septiembre participó en la defensa del Castillo de Chapultepec
contra los invasores estadounidenses. Melgar se portó con gran valentía, rechazando casi él solo al
enemigo, en el puesto que defendía, por lo que recibió numerosas heridas: dos
balazos, uno en la pierna derecha y otro en un brazo, más una herida de bayoneta
en el costado derecho, cuando luchó cuerpo a cuerpo con el enemigo. Murió al día siguiente a
consecuencia de las heridas que recibió en dicho combate. Cuando Melgar
reingresó al Colegio, lo hizo junto con Juan Escutia, Hilario Pérez de
León y José Arias Caballero, quienes también quedaron como "alumnos
agregados". Todos cumplieron con su deber, pues dos murieron, uno perdió
un brazo y sólo el último quedó ileso.
Años más tarde, en 1924, fue rehabilitado como cadete
efectivo del Colegio, in memoriam, en premio a su heroica hazaña, quedando
agregado en su expediente el siguiente relato, que la describe:
"Alumno Agustín Melgar: muerto a consecuencia de las
heridas de bala y bayoneta recibidas por defender a la patria, el 13 de
Septiembre de 1847. Habiendo quedado solo, intentó detener al enemigo que bajaba
por la escalera del lado norte del Mirador. Mató de un balazo a uno de los
asaltantes en dicha carrera. Siendo perseguido, se parapetó detrás de unos
colchones, en el interior de una de las piezas, donde continuó haciendo fuego,
hasta que no pudo resistir más por las heridas recibidas. Fue recogido y se le
recostó sobre una mesa en la pieza cuya puerta es la primera que se encuentra,
subiendo por la escalera... Quedó abandonado y en la mañana del 15 se le
encontró muerto y caído en el suelo..."
El monumento que se encuentra al pié del cerro del
Chapulín (Chapultepec) tiene una de sus torres dedicada a él.
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