lunes, 18 de agosto de 2014

La leyenda de la hija de Pascualita


Pascualita
LA HIJA DE PASCUALITA

Amigos al final encontraran un enlace para ver un video acerca de esta famosa y emblemática Novia chihuahuense.** 

En el 25 de marzo, día de la Encarnación del año 1930, llego a la ciudad de Chihuahua, hasta el aparador de La Popular, La Casa de Pascualita, un maniquí que conmocionaría a toda la ciudad.

Propios y extraños se sorprendieron con el por tener una imagen viviente y por el asombroso parecido con su propietaria, la señora Pascualita Esparza Perales de Pérez, y con su hermana Cuca. La influencia de las películas de misterio que se proyectaban en aquella época influyó en el impacto causado.

Se decía que era el cuerpo embalsamado de la hija de Pascualita. Ella nunca desmintió tales versiones, mismas que luego de ser difundidas de boca a boca, fueron publicadas por los diarios de la ciudad. Estas publicaciones eran afanosamente buscadas por la misma Pascualita, quien las exhibía en el aparador de Chonita, como originalmente bautizaron a la figura, por haber llegado el día de la Encarnación. En un auténtico imán se convirtió la leyenda de Chonita o Pascualita, como muchos le llamaban. Fueron en verdad multitud las personas que, de la ciudad y de diferentes panes del estado, en el transcurso de los días se aglomeraban en la acera para analizar cada detalle de la figura femenina, la cual más que artesanía era una obra de arte. Hubo días en que se reunió tanta gente frente el aparador que el tráfico vial de la calle Libertad, lugar donde inicio La Popular, llego a suspenderse en varias ocasiones. Pascualita recibía numerosas acusaciones por teléfono, la señalaban por ir contra la moral; también hubo visitas a la tienda que, aprovechando el menor descuido, clavaban las unas en el rostro del maniquí, dejándole huellas que durarían por décadas. Ante este comportamiento Pascualita opto por hacer público que no se trataba de un cuerpo embalsamado. Por ser un maniquí de cera, con cabello, cejas y pestañas naturales insertadas una por una, Chonita requería una serie de cuidados especiales, entre los que se cuenta el baño con champú. En una ocasión llegaron a la tienda, ya ubicada en la esquina de las calles Ocampo y Victoria, unos agentes judiciales con una orden para hacer una investigación. Pascualita pidió a los policías que regresaran después, porque Chonita se encontraba en su baño; con es razón los investigadores acumularon más dudas e insistieron en el caso. Tanta fue la insistencia, que el maniquí fue sacado, envuelto en una bata y con una toalla cubriendo su cabello. Se les permitió revisar solo el rostro de cera donde brillaban sus perfectos ojos de cristal. Sin una prueba para perseguir un delito se marcharon, aunque dudosos. El hecho se difundió por los medios, lo que acrecentó la leyenda.

Con el paso del tiempo han surgido nuevas historias, como la de de que el día del la boda de la hija de Pascualita un animal ponzoñoso le cayó en la corona de novia, lo que provoco que muriera en el mismo altar. Transida de dolor Pascualita, queriendo inmortalizarla: la embalsamo para tenerla con ella en la tienda, vestida para siempre de novia. Se dijo que camina por las noches y que se cambia sola, e incluso que derrama lágrimas en ciertas épocas del año.

En el libro el comercio en la historia de la ciudad de Chihuahua publicado por la Cámara Nacional de Comercio en 1990, se da la versión de que en uno de los viajes de Pascualita a la Ciudad de México, acudió a la prestigiosa tienda El Puerto de Liverpool, donde adquirió telas, azahares y ramos. A salir del establecimiento, unas personas estaban arreglando un maniquí cuya belleza la cautivo, por lo que se devolvió para hablar con el gerente para que se lo vendieran. El funcionario de Liverpool se excuso arguyendo que su venta sería imposible, pues la escultural dama acababa de llegar de Francia y era la novedad por su rostro y sus manos de cera. Pascualita insistió y casi suplico, pero la respuesta en cada ocasión fue cortes aun que firme: "No está en venta el maniquí". A la tesonera Pascualita le quedaba un último y desesperado recurso para llevarse a Chihuahua el hermoso objeto: amenazo a su interlocutor con no volver a surtir más telas de El Palacio de Liverpool si el maniquí no le era vendido. El gerente hizo un rápido balance mental de todo lo que adquiría Pascualita en cada temporada y en su decisión peso más lo relacionado a ventas que la belleza escultural, y además ganaría con la venta del maniquí. Así Pascualita trajo a La Popular a su modelo profesional para cultivar a los chihuahuenses.
El libro Leyendas barbarás del Norte dice que Chonita fue traída de París a pedido expreso de Pascualita y se convirtió en punto de admiración entre los chihuahuenses que curiosos día con día contemplaban aquel escaparate. Entre la admiración que causaba entre el público se cuenta a un poderoso gurú que llego de tierras lejanas, el cual cuando paso por el aparador se enamoro de inmediato de Chonita: con sus vibras positivas y magia dio vida al maniquí. El gurú vivió dos meses en la ciudad de Chihuahua y todos los días, al llegar a las diez de la noche, esperaba a Chonita en la calle Victoria para hacerse acompañar de tan incomparable belleza. La llevaba del brazo y visitaban los mejores lugares de entonces, lo mismo el Hotel Hilton que la Cafetería de la Esquina o el Casino de Chihuahua.

Por el año de 1988 acudió a La Popular una mujer que platico como hace años ella estaba en la esquina de la Ocampo y Victoria frente a la figura, en ese momento llego su novio, que era extremadamente celoso, y le disparo. Lo último que vio ella al ir perdiendo el sentido fue el rostro de Pascualita, como llamo al maniquí. Despertó después en el hospital con la certeza de que había sido ella quien la había salvado, por lo que desde entonces le reza en gratitud por milagro.
Un sábado por la tarde en el año 1993, se oyeron frente al aparador los acordes de un conjunto norteño que un admirador de la bella figura le llevaba para que no se sintiera tan sola. La música duro más de dos horas, lo que provoco la aglomeración de muchos curiosos quienes acompañaban enamorado en su serenata.
 
De la leyenda Pascualita se han realizado reportajes televisados a nivel local y nacional, como el que se trasmitió el 25 de Febrero de 1997 a nivel nacional en el programa Primera edición, de Televisión Azteca. También ha aparecido en periódicos mexicanos e internacionales, como el reportaje publicado por El Sol Latino de Santa Ana, California, en su edición del día primero de noviembre de 1989. Actualmente los alumnos de las escuelas de la ciudad y el estado acuden a La Popular para pedir una copia de La Leyenda de Pascualita, la que es estudiada al tocar el tema de las leyendas en la materia de español. 

Los familiares de Pascualita hablan del particular sin que les moleste siquiera que la gente continúe murmurando sobre lo que podría ser un acto antirreligioso de Pascualita. Ante ello dicen: "Es una leyenda bonita, que tiene poco de base en la realidad." Para ellos es una gran satisfacción que se recuerde a su tía Pascualita. Pascualita Esparza de Pérez ha pasado a mejor vida y a casi siete décadas de la llegada del maniquí la leyenda forma parte de la vida diaria de los chihuahuenses, que la trasmiten de padres a hijos.

Versión escrita: Jorge Luis González Piñón.
* Tomado de http://urielcanoarmendariz.blogspot.mx/
**http://youtu.be/G8cUUyi6sGI



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