sábado, 30 de agosto de 2014

Rincon Minero, un lugar mágico cerca del cielo.(Tercera parte)

Disfrutando de un rincón del cielo.
Retomemos el viaje y andemos sin prisa por el sendero de la historia y de la sin igual belleza de Santo Domingo, Chihuahua, dicho esto comencemos a soñar despiertos nuevamente.

Rogelio nos invita a la terraza para disfrutar de la tarde y empezamos una platica fantástica en la que nos indica cual sera el itinerario, el recorrido comienza en Santa Eulalia, y para ser exactos es en el Restaurante La Cabañita Santa Eulalia, pero extrañamente no nos indica a donde más vamos, simplemente dice "Vamos a comer unas Curras Mineras"  y después hay les diré a donde más iremos, este dejo de misterio nos hace desear que empecemos cuanto antes la jornada.

Bajamos pues el camino con rumbo a el vecino poblado, las nubes cubrían ya el cielo majestuoso de mi Chihuahua querido pero aún así el calor era fuerte, recorrimos pues los pocos kilómetros que separan a estos dos pueblos.
Y así fué que llegamos a este maravilloso restaurante, un lugar acogedor y lleno de historia también, entramos por una callecita y ahí estaba para disfrute de nosotros.



Al llegar nos percatamos de que estaba lleno y vaya que lo estaba,-y como no, si su comida es maravillosa y el servicio es de primera-, pero veamos unos cuantos detalles de La cabañita:  

El restaurante se inauguro el 8 de septiembre del 2013, abren los viernes y sábados de 2:00 p.m. a 9:00 p.m. y los domingos de 12:00 p.m. a 8:00 p.m. y sirven comida mexicana, cortes, camarones y su especialidad son las "Curras Mineras", y aquí tienen un dato interesantísimo y del cual prometo investigar más y escribir acerca de ello y es lo siguiente, esta casa perteneció a Pancho Villa en 1906, pues fué minero antes de la revolución.
Aquí nos encontramos al buen amigo Enzo quien viene de Italia y a quien le encanta cantar nuestra música- el cielito lindo le salio fantástico y el Rey ni que decir, soberbio-. 
Compartimos la mesa con Él y la alegría nos lleno desde el primer momento y vimos que las fronteras en verdad no existen, que nuestro pueblo hace honor al lema de su escudo:
Somos hospitalarios y nobles y siempre abrigamos a todo aquel que nos visita y con gusto oímos decir a Enzo- "Soy Mexicano".

Ordenamos la especialidad de la casa "Las Curras Mineras" y mientras esperábamos aprovechamos para cantar con el karaoke, -descubrí que no canto-, pero que divertida me dí.








En la Cabañita también tienen música en vivo y tienen a una joven que canta divino la cual tiene un talento maravilloso y que maravilla de voz, que dulzura y sentimiento para interpretar las canciones y esta acompañada por dos hombres que saben de música, grandes maestros en verdad no lo puedo negar.
Rogelio pidió Sotol de Frambuesa hecho allá en el pueblo y en verdad que es una ricura, nunca había probado algo tan delicioso como esta bebida y en verdad se las recomiendo

Y llegaron nuestros platillos y en verdad que delicia, muy sabroso, el cual honestamente mi esposa, un servidor y nuestros amigos recomendamos: -CURRAS MINERAS, pechuga de pollo bañada con un gravy preparado con piña asada, mermelada de chabacano y chile habanero, acompañado con arroz y aguacate-. En verdad amigos no saben lo que se están perdiendo, así que los invito a visitar este maravilloso lugar y probar sus delicias culinarias, y a conocer de su gran historia.

La lluvia comenzó a caer mientras comíamos y nos dispuso  un ambiente formidable, imagínense, -"Maravillosa compañía, un buen sotolito, excelente cantante y acompañamiento musical, comida deliciosa y manjar de dioses y una tarde lluviosa"-, que más podíamos pedir. 

Así disfrutamos la tarde, pero la aventura y las maravillas aún no terminaban, pues.....

Amigos espero este relato los haga ir a conocer este maravilloso lugar y disfrutarlo en grande en compañía de sus familiares y amigos, espero sus comentario y sus me gusta en facebook.

Aprovecho para saludar a mis amigos de La Cabañita Santa Eulalia y decirles que espero estar pronto por ahí para saludarlos y darles un fuerte abrazo.

A mis amigos que me leen en otros países los invito a venir y enamorarse de estos dos pueblos mágicos y de sus bellos y maravillosos paisajes, espero sus comentarios y cualquier información con gusto se las proporciono. 

* Imágenes cortesía de: La Cabañita Santa Eulalia, José Márquez.

 



















 




jueves, 28 de agosto de 2014

Rincon Minero, un lugar mágico cerca del cielo.(Segunda parte)

Bellísima Construcción
Amigos aquí tienen la segunda parte de nuestra aventura maravillosa en el Rincón Minero.

Después de presentar a mi esposa y amigos Él nos conduce a un recorrido por el museo que alberga
esta vieja casona que data de allá por los años 1900 y .....

Bellas Piezas de Joyería
.... Y al entrar pareciera que el tiempo se había detenido, o más bien, que nosotros hubiéramos viajado en el tiempo y llegáramos ahí para encontrarnos con la historia, con la grandeza de nuestra tierra.
Cascos Originales de los Mineros
Vemos asombrados al entrar las piezas antiquísimas que cubren las paredes, relojes de péndulo, teléfonos, de aquellos que solo conocemos por las películas o por fotografías, los pisos de madera, el grueso de los muros de esta bella casa convertida hoy en museo.
Se siente un fresco increíble adentro y el aroma de las casas antiguas se hace presente sutilmente y logra que te traslades más al pasado, en eso escuchamos la voz de Rogelio que nos indica que la casa data de principios del siglo XX, y que el compro esta propiedad con la ilusión de restaurarla y hacer algo de provecho en ella y así ayudar a su pueblo, si, leyó usted bien, "su pueblo"; Rogelio es originario de Santo Domingo y es hijo de un minero y a mucha honra como él dice.
Se le hicieron muchos arreglos nos comento, desde cambiar el machimbre de el piso y resanar algunas partes de la misma, en pocas palabras rescatar completamente el inmueble.
Grande ha sido el esfuerzo y los resultados saltan a la vista, pero la colección de artículos propios de la época o de los mineros es impresionante, siente uno en realidad estar viviendo en el pasado.
Siente uno la necesidad de saber más de este lugar y nunca dejarlo, quisiera uno quedarse ahí a pasar la noche y ver el atardecer caer sobre el pueblo, que anochezca, ver salir las estrellas y la luna, esperar el amanecer y así sentir por un momento lo que nuestros antepasados vivieron, sentir sus temores o sus esperanzas, pues recordemos que era tierra de apaches; los cuales atacaban estas tierras, eran tiempos y condiciones difíciles las que forjaron a un pueblo como el nuestro y nos hizo lo que somos en la actualidad.

Continuamos con el recorrido y uno a uno vamos viendo las habitaciones y los diferentes muebles que en ellos hay, hermosas y artesanales obras de arte de aquellos tiempos, de esos que duraban para toda la vida y no como los de ahora que en la primera ventilada que tengan se quiebran, o ya nomas no sirven y pues a desecharlos. Admira uno las diferentes colecciones que allí se exhiben, juguetes, equipos de mineros, minerales diversos, billetes antiquísimos, bueno son tantas cosas que ver y disfrutar.

Siempre atento al grupo nuestro guia y amigo nos muestra todo y responde a nuestras preguntas con una facilidad y sencillez que nos deja más que claro todo y  sobre todo su preparación y gran conocimiento en la materia, duda alguna acerca de lo que quieran saber no les quedara se los aseguro, nos cuenta de la fundación de este mineral y además nos dice: 

"Santa Eulalia es cabecera, data de 1652, la primera mina fue Nuestra Señora de la Soledad, hoy Mina Vieja, los españoles fueron los que iniciaron a trabajarlas, los iniciadores fueron Deza y Ulloa y casi la mayoría de los nombres de las principales calles de San Felipe Viejo, son en honor a los fundadores de Chihuahua.

A partir de 1900 llegan los norteamericanos, mismos que modernizaron instalando los malacates para bajar a las minas y sus respectivos talleres, y agrega, los nombres de los pueblos son en honor a los santos, y en 1875 emitió su propio billete Santa Eulalia, y nos dice algo que pocos posiblemente sepamos y que es que la Catedral de Chihuahua fue construida con dinero de las minas, solamente hay minas en Santo Domingo y San Antonio y la fundición de Avalos nació en base a las minas de Santo Domingo.

El recorrido termina y simplemente nos deja maravillados y a la vez con ganas de más, y sabemos que hay mucho que descubrir, cosas que inimaginables y sorprendentes y así nos lo hace saber Rogelio, nos invita a la terraza para disfrutar de la tarde y empezamos una platica fantástica en la que nos indica cual sera el itinerario....

Por hoy termina el presente relato, espero y se anime a conocer más de este pueblo mágico y de las maravillosas historias de Rogelio Oaxaca, quien se que gustoso los esperara para guiarlos a través del tiempo y de la historia, recuerden amigos que es muy importante para un servidor sus comentarios, así que siéntanse en libertad de escribirme y darle like a las historias que aquí presento y a la pagina. 

* Imágenes cortesía de: Rogelio Oaxaca.

 

   






















martes, 26 de agosto de 2014

Rincon Minero, un lugar mágico cerca del cielo.(Primera parte)

Rincón Minero Museo-Restaurante.
Amigos hoy regreso para hablarles, bueno, más bien escribirles de un lugar mágico, especial y único llamado Rincón Minero; el cual se encuentra en Santo Domingo, Municipio de Aquiles Serdán.

Situado a 21 kilómetros al sur de la capital y a 1840 metros sobre el nivel del mar(aunque según tengo entendido es un poco más), este bello lugar brinda a sus visitantes una la magnífica experiencia de volver en el tiempo a una parte de la historia de nuestro Chihuahua, el encontrar una paz y tranquilidad que en estos tiempos dentro de la ciudad no podemos disfrutar, y unas vistas soberbias, postales de un pasado dentro del presente que nos llevan a soñar con la rica cultura e historia de nuestro estado.  

Los amigos, la convivencia en pleno.
La aventura empezó a las 11:00 a. m., tomamos nuestro vehículo y a rodar sobre el asfalto, el día era de esos entre soleados y medio nublados pero con un calor típico de julio y de nuestro riguroso y cruel verano chihuahuense, de 38 ó 40 grados centígrados pero que calan durísimo, más fué grato ver como con las lluvias habían reverdecido las praderas y los montes de aquellos rumbos.

A las 11:20 llegamos a Santa Eulalia y pasamos con gusto por entre sus callecitas disfrutando de su encanto y de su magia, imaginando por un instante lo que hubiera sido el vivir allí hace muchos, pero muchos años, allá en tiempos de la colonia cuando se descubrió este mineral y comenzó a poblarse esta tierra bendita de Dios; el haber visto a aquellos personajes que hoy son parte magna de nuestra historia y el haberlos tratado para así saber que pensaron, que sintieron y como vivieron.


Disfrutamos maravillados de las construcciones y de la vista que estas dan a los paseantes, a aquellos que visitan este pueblo grandioso en busca de algo más que un paseo, en busca de la historia y de la gloria propia de esta tierra.
Lentamente recorrimos el camino y saludamos a los habitantes que a nuestro paso nos topábamos, y así avanzamos hasta que fuimos saliendo del pueblo y nos dirigimos a Santo Domingo, subimos lentamente por el empinado caminito lleno de curvas pronunciadas e impresionantes barrancos, viendo el verde de las laderas contrastando con el desecho de las minas.

Como era domingo había béisbol en el parque local, y vaya batazo que conecto en ese momento uno de los jugadores, remolcando dos carreras con un soberbio triplete. la algarabía no se hizo esperar y los aplausos llenaron el tranquilo ambiente y lo colmaron de beisbolera pasión. Pero no estábamos ahí para ver el beis, lo que importaba era ir a un "Lugar mágico cerca del cielo", ir a el Rincón Minero.

El calor era agobiante en ese momento, bastante molesto, hacia falta el aire acondicionado al bajarnos del automóvil, pero al fin habíamos llegado y bendito Dios muy bien, subimos el escalereado y ahí empezaron las sorpresas, la magia, el encanto; repentinamente el clima cambio de 40°c  a unos 28 ó quizá 30 grados pero templado y agradable, un cambio muy drástico en realidad, recorrimos un bello pasillo que queda al frente de la casa hasta llegar a una terraza con una vista encantadora.


Ahí en ese mismo lugar nos esperaba sonriente y con los brazos abiertos y como solo el sabe recibir a sus invitados y amigos el buen Rogelio Oaxaca, creador de este bello proyecto, el cual es simplemente excepcional.
2 vistas de la terraza dos previas a nuestra visita

El buen Rogelio, mi esposa y un servidor.
La vista domina al que recién visita este hermoso lugar, súbitamente y sin darte cuenta desaparece el estrés, las preocupaciones y el fastidio de la vida cotidiana, quedas embelesado simple y sencillamente y repentinamente escuchas decir a Rogelio - "Bienvenidos al cielo"- y en verdad te sientes en el cielo.

Después de presentar a mi esposa y amigos Él nos conduce a un recorrido por el museo que alberga esta vieja casona que data de allá por los años 1900 y .....

Bueno por hoy hasta aquí llegamos en este relato acerca de la visita al Rincón Minero, en la próxima visita veremos y leeremos más de nuestra gran aventura y ¿Por qué no? Su gran aventura, si usted así se lo propone. 

* Imágenes cortesía de: Rogelio Oaxaca y de José Márquez.

 












lunes, 18 de agosto de 2014

¡¡¡Santo Domingo, Chihuahua, un eden!!!

Escuela de el Potosí Mining Company, Santo Domingo,Chihuahua.
Mis queridos amigos en días recientes les he escrito acerca de la fundación de Chihuahua y por consiguiente de un pueblo mágico y hermoso como es Santa Eulalia, pero hoy describiré un poco a otra bella población de nuestro estado y cercana a nuestra capital y a la ciudad anteriormente citada, me refiero a Santo Domingo, Chihuahua.

La localidad de Santo Domingo (Francisco Portillo) está situado en el Municipio de Aquiles Serdán (en el Estado de Chihuahua), aproximadamente a unos 20 kilómetros de la capital. Tiene 448 habitantes, en la localidad hay 240 hombres y 208 mujeres. La relación mujeres/hombres es de 0.867. El ratio de fecundidad de la población femenina es de 3.07 hijos por mujer. El porcentaje de analfabetismo entre los adultos es del 1.79% (0.83% en los hombres y 2.88% en las mujeres) y el grado de escolaridad es de 8.41 (8.44 en hombres y 8.39 en mujeres). En Santo Domingo el 0.22% de los adultos habla alguna lengua indígena.

Santo Domingo  está a 1840 metros de altitud, el clima predominante es semi árido extremoso, presenta una temperatura máxima es de 40°C y su mínima de -14°C.



Iglesia De Santo Domingo, Chihuahua.
Algunos de los atractivos turísticos de el municipio de Aquiles Serdán son el templo de Santa Eulalia, que data del siglo XVIII, así como el templo de Santo Domingo y la antigua escuela de el Potosí Mining Company, la cual data de 1918.
El Museo y Restaurante Rincón Minero con una excelente colección de artículos propios de los mineros así como diversas piezas extraídas de las minas aledañas y de otras de el estado, cuenta con objetos de valor histórico y sentimental únicos. En la próxima entrega hablare mas a detalle de este maravilloso museo-restaurante, pero les recomiendo visitarlo en la primera oportunidad que tengan amigos.   
Museo-Restaurante Rincón Minero, Santo Domingo, Chihuahua.
Comedor del Museo
 


Otros escenarios dignos de mención son el Mirador situado en las antenas de telecomunicación, su maravilloso conjunto de casitas y los tiros de minas existentes en ésta bella población. 
Hasta aquí llegamos amigos, pero en el siguiente aporte les traeré más datos interesantes de este pueblo mágico y sus alrededores, de sus lugares de interés y por supuesto de El Rincón Minero. 

* Imágenes cortesía de: Rogelio Oaxaca




La leyenda de el Rosario y la sotana sin cabeza.


Mural dedicado al Padre de la Patria, Chihuahua.
EL ROSARIO Y LA SOTANA SIN CABEZA

Aquella tarde polvorienta de abril, en el ano de 1811, hizo su funesta entrada a la Villa de San Felipe El Real de Chihuahua el batallón dirigido por el brigadier don Nemesio Salcedo, que conducía los desafortunados pero heroicos insurgentes. La noticia corrió por los barrios de la población, como lo eran los de La Hacienda de Torre, el de Nuestra Señora de Guadalupe, barrio de Obrade y Loma, La Canoa y Loma, barrio de los señores Urangas y Carnicería, así como la calle del Diezmo y Del Correo. Todo éste era el entorno del que se componía aquella Villa de San Felipe, pero vinieron curiosos de San Gerónimo, del pueblo de Nombre de Dios y de otras rancherías cercanas.

Desde Acatita de Bajan, lugar que se encuentra cerca de Monclova, Coahuila, los traían a pan y agua bajo torturas continuas, después de que fueron traicionados por un individuo de apellido Elizondo. Junto con el presbítero Miguel Hidalgo y Costilla venían también prisioneros Ignacio Allende, Mariano Jiménez, don Mariano Hidalgo, hermano de don Miguel, y unos cuarenta y cinco hombres más, sin tomar en cuenta que en el lugar de los hechos fueron sacrificados algunos sacerdotes y otros hombres que ofrendaron su vida por la independencia nacional.
 
La prisión se encontraba en donde estuvo ubicado el Colegio de Jesuitas; en ese lugar estaban la iglesia de Nuestra Señora de Loreto y el Hospital de la Villa. Tenía dos patios con pasadillo y en medio de ellos una capilla llamada de San Pedro Apóstol. Todo esto se hallaba en lo que hoy son el Palacio Federal, el de Gobierno, el de Justicia y la Plaza Hidalgo, antes llamada Plaza de los Ejercicios. En ese patio fueron ejecutados los más de cuarenta hombres, que compartieron ese ideal de libertad, entre mayo y julio de 1811. En ese lugar, por intrigas de la Santa Inquisición y malos manejos del Santo Oficio, murió mucha gente inocente.
 
Entraron a la Villa de San Felipe como si fueran viles delincuentes, llevando grilletes y cadenas en sus pies. El ruido de los eslabones rompía el silencio sepulcral aquella tarde en que llegaron, además se percibían los discretos murmullos que eran como un grito ahogado en la desesperación. A la población en su totalidad se le prohibió mostrar la mas mínima expresión de piedad y simpatía, quien lo hiciera sería considerado traidor a la Corona Española y sufriría las consecuencias.
 
El nefasto Salcedo, servil e incondicional de los gachupines, condujo a los prisioneros hasta el interior del patio del lugar ya mencionado. Los recibieron un español de nombre Juan José Ruiz de Bustamante, el abogado Rafael Bracho y otras personas de muy desagradable memoria. En la prisión también fueron recibidos por el capitán Pedro Armendáriz, quien dos meses después habría de dirigir el pelotón de fusilamiento que ejecutaría al Padre de la Patria. Armendáriz a su vez los entrego a un cura de apellido Irigoyen y a un señor que en ese tiempo tenía mucha fuerza política, de nombre Alejo García Conde. Este fue el breve diálogo entre García Conde y el capitán Armendáriz:
—La gracia de Dios sea con vos, la Virgen os guíe en el juicio de estos insensatos, infieles e impíos prisioneros que dejo en vuestras sabias manos.
—Buena y excelentísima misión de valerosos hombres y caballeros la de hacer presos a ese puñado de traidores. Estas fueron las palabras de los serviles de la Corona. Al escuchar esto, el padre Miguel Hidalgo agacho la cabeza y contuvo el impulso de vomitar ante tanta desvergüenza.
 
Entre aquellos hombres se encontraba un joven servidor de la iglesia parroquial (el templo que actualmente es la Catedral de Chihuahua), Justo María Chávez Aguilar, seguidor silencioso de los ideales del benemérito sacerdote. Al ver a don Miguel Hidalgo, Chávez Aguilar se acerco lleno de admiración y respeto, en su mano derecha deposito un rosario sevillano de carey con un crucifijo de oro. El cura de Dolores lo recibió agradecido y le dijo:
—Gracias, hijo, por ser un hombre de buena voluntad. Justo María Chávez Aguilar, en el fondo de su noble alma, tenía la esperanza de que el gobierno de la Nueva España, en vía piadosa, mandara un mensaje perdonando la vida a Hidalgo por su investidura sacerdotal.
 
Justo María llevaba una entrañable amistad con don Melchor Guaspe, bondadoso caballero español. Don Melchor había sido navegante y por ello se le había comisionado para subir las campanas de la iglesia parroquial. Acostumbrado a elevar grandes cañones en los navíos, además de ser campanero encargado de dar la hora y colaborador cercano del alcaide mayor, también fue el alcaide responsable del cura Hidalgo en la cárcel.
 
Con estas amplias referencias, don Melchor tenía todo el acceso a don Miguel Hidalgo, por lo que le daba oportunidad a Justo María de visitar al Padre de la Patria. Contaba Justo María que siempre que lo iba a ver, encontraba a Hidalgo orando en silencio, en actitud de contemplación, con su rosario entre las manos. El rostro del sacerdote reflejaba una paz absoluta, aunque para don Miguel fueron meses de un gran dolor al saber cómo los malditos sicarios iban eliminando a sus amigos y fieles seguidores. Cada día lo torturaban en su corazón diciéndole con todo cinismo a quién habían fusilado y hasta describiéndole la expresión de dolor de la víctima y la cantidad de balazos recibidos en su cuerpo.
 
Un domingo, Justo María, al salir de la misa que ofreció el padre Granados, se encamino hacia la cárcel, ocultando entre sus ropas unos dulces envueltos en papel, Eran unas melcochas que le gustaban mucho al padre Hidalgo. Era quizá el domingo más triste en las páginas de nuestra historia nacional, por ser el último en la existencia de Hidalgo. Batallando y arriesgando su vida, Justo María Chávez Aguilar llego hasta la celda de don Miguel y estuvo con él hasta la madrugada, en una larga conversación. Al entrar Justo María, el cura Hidalgo lo recibió con un emocionado y fraternal abrazo, y luego le dijo:
— ¿Cómo te arriesgas de esta forma a venir hasta donde estoy como un convicto? Estoy condenado a morir. Al estar aquí conmigo corres la misma suerte, si llega a saberlo el brigadier Salcedo. 
Más adelante, hablo con las siguientes palabras: "Estoy seguro que tu, Justo María, hubieras sido uno de los más valientes oficiales de nuestra causa. Tal vez si te fueras al sur con el padre Morelos. Pero es difícil, porque el mismo
Padre Morelos está rodeado de traidores que tarde o temprano lo conducirán a un destino igual que el de mis compañeros y mío. Mira, Justo María, tu causa no ha de ser las armas, tu causa ha de ser la cultura y el despertar de todos nuestros hermanos esclavizados por los gachupines desde hace tres siglos."
El 27 de julio de 1811, Miguel Hidalgo fue degradado, el acto se llevo a cabo en el Hospital Real, el padre franciscano José María Rojas fue su confesor. El lunes 30 de julio, a las cinco de la mañana, Hidalgo tomo su último
 
Desayuno, una taza de chocolate y pan duro, estuvo orando y a las seis fue llevado a la capillita de San Pedro Apóstol y luego al lugar donde habría de ser fusilado. Antes de su cruel ejecución, se dirigió a donde estaban los soldados del pelotón y les repartió los dulces que un día antes e llevara Justo María Chávez Aguilar. Enseguida le cubrieron los ojos y fue fusilado a las siete de la mañana. El pelotón fue dirigido por el capitán Pedro Armendáriz, quien después le ordeno a un tarahumara, quien vivía en aquel lugar, que le cortara la cabeza al cuerpo de Hidalgo. Este fue sepultado en la capillita de San Antonio de Padua, ya cercenado de la cabeza.
 
El rosario de Sevilla anduvo en manos de muchos clérigos, hasta que fue recuperado por el Archivo Histórico del Estado, de donde se extravió durante el incendio del Palacio de Gobierno en 1940, un sábado a las tres de la tarde.
 
El rosario fue toda una leyenda. Dicen que José de Jesús Ortiz, primer obispo de Chihuahua, lo encontró en su buro extrañamente y lo conservo con mucho cariño, sin conocer su origen. Después al obispo Nicolás Pérez Gavilán le apareció en su lecho, una vez que se encontraba muy enfermo. Luego un fraile franciscano lo encontró en el lugar donde estuvieron, hasta 1823, los restos sin cabeza del padre Hidalgo. Entre las calles 17 y Juárez, junto a donde hoy está la casa mortuoria de Funerales Hernández, se encontraba una Panadería en los anos veintes y treinta. La panadería se llamaba La Espiga de Oro y era propiedad del señor Ruperto Rubio. Cuenta Roberto Licon Rubio, sobrino de Ruperto, que cuando él era niño se veía por las noches Salir del Templo de San Francisco una sotana negra muy lúgubre que se deslizaba hasta los patios de la panadería, donde estaba la cochera. Allí los animales que jalaban los coches se ponían frenéticos, muy asustados, pues veían que atravesaba las paredes la sotana de un cura sin cabeza. De niño no comprendía lo que pasaba, pero ahora que hemos conversado me cuenta que algunas señoras que iban a misa muy temprano decían que la noche anterior, en las márgenes del río Chuvíscar, no pararon de ladrar los perros y hacia un viento muy feo. La razón era que el alma en pena de un sacerdote vagaba por las noches, durante los meses de julio y agosto. Hoy es solo una leyenda. Hoy la modernidad se ha llevado a los fantasmas al lugar donde quizá en paz descansan.

Versión escrita: Luis Carlos Arriola Chávez

* Tomado de http://urielcanoarmendariz.blogspot.mx/

La leyenda de la hija de Pascualita


Pascualita
LA HIJA DE PASCUALITA

Amigos al final encontraran un enlace para ver un video acerca de esta famosa y emblemática Novia chihuahuense.** 

En el 25 de marzo, día de la Encarnación del año 1930, llego a la ciudad de Chihuahua, hasta el aparador de La Popular, La Casa de Pascualita, un maniquí que conmocionaría a toda la ciudad.

Propios y extraños se sorprendieron con el por tener una imagen viviente y por el asombroso parecido con su propietaria, la señora Pascualita Esparza Perales de Pérez, y con su hermana Cuca. La influencia de las películas de misterio que se proyectaban en aquella época influyó en el impacto causado.

Se decía que era el cuerpo embalsamado de la hija de Pascualita. Ella nunca desmintió tales versiones, mismas que luego de ser difundidas de boca a boca, fueron publicadas por los diarios de la ciudad. Estas publicaciones eran afanosamente buscadas por la misma Pascualita, quien las exhibía en el aparador de Chonita, como originalmente bautizaron a la figura, por haber llegado el día de la Encarnación. En un auténtico imán se convirtió la leyenda de Chonita o Pascualita, como muchos le llamaban. Fueron en verdad multitud las personas que, de la ciudad y de diferentes panes del estado, en el transcurso de los días se aglomeraban en la acera para analizar cada detalle de la figura femenina, la cual más que artesanía era una obra de arte. Hubo días en que se reunió tanta gente frente el aparador que el tráfico vial de la calle Libertad, lugar donde inicio La Popular, llego a suspenderse en varias ocasiones. Pascualita recibía numerosas acusaciones por teléfono, la señalaban por ir contra la moral; también hubo visitas a la tienda que, aprovechando el menor descuido, clavaban las unas en el rostro del maniquí, dejándole huellas que durarían por décadas. Ante este comportamiento Pascualita opto por hacer público que no se trataba de un cuerpo embalsamado. Por ser un maniquí de cera, con cabello, cejas y pestañas naturales insertadas una por una, Chonita requería una serie de cuidados especiales, entre los que se cuenta el baño con champú. En una ocasión llegaron a la tienda, ya ubicada en la esquina de las calles Ocampo y Victoria, unos agentes judiciales con una orden para hacer una investigación. Pascualita pidió a los policías que regresaran después, porque Chonita se encontraba en su baño; con es razón los investigadores acumularon más dudas e insistieron en el caso. Tanta fue la insistencia, que el maniquí fue sacado, envuelto en una bata y con una toalla cubriendo su cabello. Se les permitió revisar solo el rostro de cera donde brillaban sus perfectos ojos de cristal. Sin una prueba para perseguir un delito se marcharon, aunque dudosos. El hecho se difundió por los medios, lo que acrecentó la leyenda.

Con el paso del tiempo han surgido nuevas historias, como la de de que el día del la boda de la hija de Pascualita un animal ponzoñoso le cayó en la corona de novia, lo que provoco que muriera en el mismo altar. Transida de dolor Pascualita, queriendo inmortalizarla: la embalsamo para tenerla con ella en la tienda, vestida para siempre de novia. Se dijo que camina por las noches y que se cambia sola, e incluso que derrama lágrimas en ciertas épocas del año.

En el libro el comercio en la historia de la ciudad de Chihuahua publicado por la Cámara Nacional de Comercio en 1990, se da la versión de que en uno de los viajes de Pascualita a la Ciudad de México, acudió a la prestigiosa tienda El Puerto de Liverpool, donde adquirió telas, azahares y ramos. A salir del establecimiento, unas personas estaban arreglando un maniquí cuya belleza la cautivo, por lo que se devolvió para hablar con el gerente para que se lo vendieran. El funcionario de Liverpool se excuso arguyendo que su venta sería imposible, pues la escultural dama acababa de llegar de Francia y era la novedad por su rostro y sus manos de cera. Pascualita insistió y casi suplico, pero la respuesta en cada ocasión fue cortes aun que firme: "No está en venta el maniquí". A la tesonera Pascualita le quedaba un último y desesperado recurso para llevarse a Chihuahua el hermoso objeto: amenazo a su interlocutor con no volver a surtir más telas de El Palacio de Liverpool si el maniquí no le era vendido. El gerente hizo un rápido balance mental de todo lo que adquiría Pascualita en cada temporada y en su decisión peso más lo relacionado a ventas que la belleza escultural, y además ganaría con la venta del maniquí. Así Pascualita trajo a La Popular a su modelo profesional para cultivar a los chihuahuenses.
El libro Leyendas barbarás del Norte dice que Chonita fue traída de París a pedido expreso de Pascualita y se convirtió en punto de admiración entre los chihuahuenses que curiosos día con día contemplaban aquel escaparate. Entre la admiración que causaba entre el público se cuenta a un poderoso gurú que llego de tierras lejanas, el cual cuando paso por el aparador se enamoro de inmediato de Chonita: con sus vibras positivas y magia dio vida al maniquí. El gurú vivió dos meses en la ciudad de Chihuahua y todos los días, al llegar a las diez de la noche, esperaba a Chonita en la calle Victoria para hacerse acompañar de tan incomparable belleza. La llevaba del brazo y visitaban los mejores lugares de entonces, lo mismo el Hotel Hilton que la Cafetería de la Esquina o el Casino de Chihuahua.

Por el año de 1988 acudió a La Popular una mujer que platico como hace años ella estaba en la esquina de la Ocampo y Victoria frente a la figura, en ese momento llego su novio, que era extremadamente celoso, y le disparo. Lo último que vio ella al ir perdiendo el sentido fue el rostro de Pascualita, como llamo al maniquí. Despertó después en el hospital con la certeza de que había sido ella quien la había salvado, por lo que desde entonces le reza en gratitud por milagro.
Un sábado por la tarde en el año 1993, se oyeron frente al aparador los acordes de un conjunto norteño que un admirador de la bella figura le llevaba para que no se sintiera tan sola. La música duro más de dos horas, lo que provoco la aglomeración de muchos curiosos quienes acompañaban enamorado en su serenata.
 
De la leyenda Pascualita se han realizado reportajes televisados a nivel local y nacional, como el que se trasmitió el 25 de Febrero de 1997 a nivel nacional en el programa Primera edición, de Televisión Azteca. También ha aparecido en periódicos mexicanos e internacionales, como el reportaje publicado por El Sol Latino de Santa Ana, California, en su edición del día primero de noviembre de 1989. Actualmente los alumnos de las escuelas de la ciudad y el estado acuden a La Popular para pedir una copia de La Leyenda de Pascualita, la que es estudiada al tocar el tema de las leyendas en la materia de español. 

Los familiares de Pascualita hablan del particular sin que les moleste siquiera que la gente continúe murmurando sobre lo que podría ser un acto antirreligioso de Pascualita. Ante ello dicen: "Es una leyenda bonita, que tiene poco de base en la realidad." Para ellos es una gran satisfacción que se recuerde a su tía Pascualita. Pascualita Esparza de Pérez ha pasado a mejor vida y a casi siete décadas de la llegada del maniquí la leyenda forma parte de la vida diaria de los chihuahuenses, que la trasmiten de padres a hijos.

Versión escrita: Jorge Luis González Piñón.
* Tomado de http://urielcanoarmendariz.blogspot.mx/
**http://youtu.be/G8cUUyi6sGI



La leyenda del Cerro Grande de Chihuahua

Cerro Grande, Chihuahua.


Sucedió hace muchos años....

Como guardianes de la ciudad de Chihuahua, los cerros Coronel, Santa Rosa y Grande brindan su protección, pero es en el Cerro Grande donde en una piedra con forma de fraile se esconde una de las leyendas más antiguas: el Hombre Piedra.

Esta piedra, la cual se ubica en la parte superior del cerro, que la naturaleza talló como el mejor escultor de otros tiempos, o tal vez el marro y cincel de una artista anónimo quien le haya dado esta configuración, tiene su leyenda.

Cuentan los moradores que este fraile lo ha cincelado Dios, dejándolo en la parte más alta del cerro para que sirviera de recuerdo de una historia real que sucedió hace dos siglos, cuando Chihuahua empezaba como población a la vera de los ríos Sacramento y Chuvíscar.

Hace ya muchos ayeres la gente solía salir a las orillas de la ciudad para gozar de las caricias de la naturaleza y en varias ocasiones subía por las faldas del Cerro Grande, desde donde se percibía un fraile petrificado en la cima.

Piedras similares se ubican en las cercanías del Lago Arareco, en Creel, cuyas formas aparentan ranas, elefantes o platos voladores, por lo cual los habitantes de las cercanías al Cerro Grande cuentan sus propias historias sobre esta peculiar piedra.

LO QUE LOS TESTIGOS DICEN:

"Hace dos siglos, cuando la ciudad iba creciendo y ya tenía 87 años, una familia de abolengo, auténtico y linaje real, descendientes de la corte virreinal, eran los propietarios de los terrenos que abarcan los cerros de Chihuahua; que eran de nobles sentimientos y que uno de sus miembros se metió al oficio religioso para ser fraile, después de llevar una vida disoluta y muy contraria del bien", cita Miguel Ángel Parra en el libro Leyendas Bárbaras del Norte.

En este lugar una mansión se ubicaba a la orilla del caserío, que ocupaba lo que son tres manzanas actuales, adonde acudían los pobres y desamparados a pedir apoyo, sobre todo en los tiempos difíciles que eran los crudos meses de invierno.

Cuentan que la jefa de la familia, una duquesa, otorgaba consuelo con ropa, cobijas y a veces dinero, para resolver situaciones de economía restringida.

Los campos de los duques, no eran como hoy, ahí pastaban cabras y vacas por miles, que daban un producto anual enorme de riqueza, así el ama y señora podía en cada temporada de frío apoyar a la clase desprotegida.

La duquesa tenía un hijo, a quien le daban educación profesores especiales dentro de la propia mansión, estaba en la edad difícil de la adolescencia y sus educadores, frailes franciscanos, obtenían resultados adversos, ya que se mostraba como un verdadero patán, soez en sus respuestas, y satírico en el hablar.

Odiaba que su madre fuera tan caritativa y al morir, el joven se volvió un tanto satánico, si encontraba pastores en sus terrenos, los hacía prisioneros y los colgaba de las columnas de la bodega mayor de la mansión, odiaba a todo ser humano y sólo soportaba a los trabajadores porque lo beneficiaban y les servían en todo lo que pedía.

Un fin de semana en que la fiesta se prolongó con vinos y mujeres, despertó en la madrugada con una sed que le quemaba, caminó tambaleando hacia la cocina en busca del agua que apagara la acidez de su resaca, cuando creyó ver la figura de una mujer desconocida, y en efecto así era, inmediatamente apretó el paso el joven duque, no la podía alcanzar por sus pasos vacilantes, cuando dicen que esta figura femenina se detuvo y se transformó en un ser diabólico.

Dicen los que conocen la historia, que fue entonces cuando esta figura demoniaca se inclinó para tomar el alma del joven duque, pero en ese momento llegó la madre con un grupo de serafines y le obligó a retirarse.

El joven duque se movió muy lento, aturdido, caminando hacia afuera de la mansión, rumbo al monasterio, donde llorando y pidiendo perdón, le otorgaron apoyo y asilo.

En este monasterio vivió el resto de sus años, hasta morir, aunque cuentan los habitantes que al llegar al cielo no le perdonaron sus pecados, convirtiéndolo en piedra en lo alto del Cerro Grande, para que contemplara en la eternidad el lugar donde cometió tantos y tantos atropellos. 

Alejandro Chávez

* Tomado de http://www.oem.com.mx/elheraldodechihuahua/notas/n2277500.htm
El Heraldo de Chihuahua 22 de octubre de 2011


Orígenes de la ciudad de Chihuahua

San Juan Bautista de Nombre de Dios - Chihuahua.

En 1997 se celebraron 300 años de la fundación de la misión de San Cristóbal de Nombre de Dios por el padre franciscano Alonso Briones, a orillas del río Sacramento, en el valle donde actualmente está la capital de Chihuahua. Esta misión fue el antecedente de la ciudad y en nuestros días Nombre de Dios es una de sus colonias.

Aunque fue establecida oficialmente en 1697, data cuando menos de 20 años atrás. Antes de este primer asentamiento europeo, existía desde tiempo inmemorial una comunidad de indios conchos que llamaban al sitio Nabacoloaba, cuyo significado se perdió. Y fueron éstos la justificación de las primeras fundaciones españolas en el valle de Chihuahua.
A principios del siglo XVIII los únicos habitantes permanentes en la región de la actual ciudad de Chihuahua y sus alrededores eran unos cuantos ganaderos y misioneros españoles, además de los indígenas que vivían congregados en varias comunidades dispersas por las cercanías de la misión de Nombre de Dios.
En 1702 un vaquero de la localidad, buscando unas bestias en una zona como a 40 km del lugar, localizó unas minas frente a la actual Estación Terrazas, en un punto denominado El Cobre, y procedió a hacer la denuncia respectiva ante el alcalde de Nombre de Dios, en ese entonces Blas Cano de los Ríos. Otras fuentes indican que fueron descubiertas por el español Bartolomé Gómez, vecino de Cusihuiriachi.

EL NACIMIENTO DEL HIJO

Tal hallazgo motivó a varios vecinos a explorar los alrededores; así, en 1704, Juan de Dios Martín Barba y su hijo Cristóbal Luján descubrieron la primera mina de plata en lo que hoy es Santa Eulalia.
Juan de Dios Barba era un indio converso proveniente de Nuevo México. En ese tiempo vivía y trabajaba en la misión de Nombre de Dios y unos tarahumaras le mostraron afloramientos de plata en los cerros cercanos. Una vez hecho el hallazgo, padre e hijo denunciaron la veta, y la denominaron San Francisco de Paula. En enero de 1705 el propio Cristóbal Luján halló otra mina en la región, a la que dio el nombre de Nuestra Señora del Rosario. Tanto Luján como Barba trabajaron ambos yacimientos hasta que el primero, al andar en busca de agua, descubrió la veta que desencadenó la fiebre del oro en la zona.
En 1707, en la parte llamada La Barranca, Luján y Barba abrieron la mina de Nuestra Señora de la Soledad, llamada La Descubridora, y a los pocos meses emigraron numerosos mineros a la región; se presentaron denuncios de minas lo más cercanamente posible al rico filón de La Barranca.
Después de La Descubridora, se conoce el hallazgo de la llamada Nuestra Señora de los Dolores por el general José de Zubiate. Éste la encontró en un paraje localizado a 5 km del actual Santa Eulalia, que los indígenas llamaban Xicuahua y los españoles corrompieron a “Chihuahua” o “Chiguagua”. Es un término de origen náhuatl que significa “lugar seco y arenoso”. Debido a que el origen no es concho, algunos estudiosos opinan que esa palabra se quedó ahí cuando las tribus nahuas efectuaban su peregrinar hacia el sur. Allí se desarrolló una pequeña población poco después conocida como “Chihuahua el Viejo”, de la cual actualmente sólo existen ruinas de unas cuantas casas.
Como en las cercanías de las minas no se encontraba el agua necesaria para el beneficio del mineral, crecieron dos centros de población: uno en La Barranca, en la zona minera, y otro en Junta de los Ríos, cerca de la misión de Nombre de Dios. En este último se instalaron las haciendas de beneficio, pues necesitaban agua en abundancia.
Por esas mismas fechas fue establecido el pueblo indígena de San Francisco de Chihuahua, en la margen derecha del río Chuvíscar y como a 6 o 7 km al sur de Nombre de Dios. Debido a esto, el historiador Víctor Mendoza sugiere que la palabra “chiguagua” o “chihuahua” es de origen concho.
Debido al creciente número de habitantes,, en 1708 el gobernador de la Nueva Vizcaya, don José Fernández de Córdoba, creó la alcaldía mayor del Real de Minas de Santa Eulalia de Chihuahua, cambiada poco después a Santa Eulalia de Mérida. Fue así como nació el hijo más importante de la misión de Nombre de Dios. El primer titular de esta alcaldía fue el general Juan Fernández de Retana. Llama la atención cómo desde un principio los españoles se apropiaron del término Chihuahua para bautizar a Santa Eulalia; quizá se debió a que las minas que encontró Zubiate en Xicauhua fueron las más prometedoras, cuando menos al principio. El hecho es que desde entonces a los vecinos les gustó la palabra Chihuahua y ya nunca dejaría de figurar en la historia de estas regiones.

NACE EL PRIMER NIETO


El problema inicial que se le presentó a don Juan Fernández de Retana en su nuevo puesto de alcalde en el recién creado Real de Minas de Santa Eulalia de Chihuahua, fue dónde ubicar la cabecera administrativa. Después de explorar toda la región, seleccionó un sitio cercano a Junta de los Ríos, no lejos de Nombre de Dios. Pero antes de llevar a efecto la nueva ubicación, Fernández de Retana falleció en febrero de 1708, y quedó en suspenso la designación.
A mediados de ese año don Antonio de Deza y Ulloa tomó posesión como gobernador de Nueva Vizcaya. Poco después, a petición de los vecinos de Santa Eulalia, visitó la región con el fin de decidir dónde establecer la cabecera, llegándose al acuerdo, por votación, de que fuera en la región de Junta de los Ríos, o sea, en la zona de influencia de Nombre de Dios. Sin embargo, el nombre de “Chihuahua” no se perdió, pues en 1718, al ser elevada la comunidad a la categoría de villa por el virrey Marqués del Balero, se le cambió por el de “San Felipe el Real de Chihuahua”, esta vez en honor al rey de España, Felipe V. Una vez que nuestro país se independizó, a la villa se le dio el rango de ciudad en 1823, con el nombre de Chihuahua; al año siguiente pasó a ser capital del estado.

LA PALABRA “CHIHUAHUA”

Como se menciona en el Diccionario histórico de Chihuahua, el término prehispánico chihuahua no se asignaba a un punto determinado, sino a una región de montañas y llanuras delimitadas por las sierras llamadas actualmente Nombre de Dios, Gómez y Santa Eulalia. Son varias las teorías sobre el origen del término “chihuahua”. Aquí ya mencionamos dos; la de su posible procedencia náhuatl o concho, pero también se sitúa un probable origen tarahumara y hasta apache.

EL FUNDADOR DE CHIHUAHUA


Cuando el gobernador Deza y Ulloa designó a la región de la zona de Junta de los Ríos como cabecera administrativa de la alcaldía del Real de Minas de Santa Eulalia, ya existía en ella una población tan numerosa como la del propio mineral y al parece se encontraba dispersa alrededor de Junta de los Ríos, pero principalmente en San Francisco de Chihuahua. Por lo tanto, Deza y Ulloa simplemente lo elevó de categoría al nombrarlo cabecera, sancionando con su autoridad este establecimiento.
Imagino que estas consideraciones sirvieron de fundamento al historiador Víctor Mendoza para proponer al general Retana como el verdadero fundador de Chihuahua, por ser él quien originalmente escogiera el poblado de Junta de los Ríos. Y también al historiador Alejandro Irigoyen Páez para sugerir lo mismo en relación con el padre Alonso Briones, ya que fue él, al fundar la misión de Nombre de Dios, quien puso las bases y fomentó el crecimiento original del núcleo urbano original.
Sin embargo, quizás el olvido más lamentable sea, como lo señala el historiador Zacarías Márquez, el de los indios Juan de Dios Barba y Cristóbal Luján, ya que siendo ellos los descubridores de los minerales que dieron origen a la existencia de Santa Eulalia y Chihuahua, ni siquiera una calle los recuerda. Acerca de ellos nos dice el corregidor de Chihuahua, don Antonio Gutiérrez de Noriega en 1753: “Esta mina (refiriéndose a la de Nuestra Señora de la Soledad, descubierta por Barba y Luján) fue la primera que resonó con su voz de plata el clarín de la fama, llegando el eco de su abundancia a todos los confines de la tierra; pues siendo dos pobres solos los descubridores, después concurrieron de todas partes diversidad de gentes para adquirir de los metales que pródiga manifestaba la tierra, en tal número que pudieron formarse, como se formaron, dos poblazones en pocos meses, y en pocos años se hizo una tan crecida que es la que hoy se llama villa de San Felipe el Real”.

Por: Carlos Lazcano Sahag

* Tomado de http://www.mexicodesconocido.com.mx/origenes-de-la-ciudad-de-chihuahua.html