No me gusta que los constructores de casas fraccionen lugares que son áreas verdes, como en el caso de las Quintas Carolinas. Ese lugar era una área muy extensa de arboles, o sea, una calzada a donde íbamos a pasear o hacer días de campo, se respiraba aire fresco, sin contaminación, en una palabra, era un gran pulmón.
También el río Sacramento lo destruyeron extrayéndole todo el material, como lo es la arena, la tierra, el cascajo, eso lo hacen los que tienen maquinaria y lo hacen para venderlo a grandes constructoras, y eso,eso no se vale, no esta bien.
Anónimo
Para los que conocimos las Quintas Carolinas nos es fácil comprender a quien escribió estas lineas, esta mujer nos recuerda aquel rincón ya desaparecido, ese paradisiaco lugar donde muchos paseamos, donde fuimos a disfrutar de su paseo arbolado, donde nos relajamos contemplando la majestuosidad no solo de la edificación, sino del paisaje.
Para todos aquellos que deseen conocer este lugar como era hace algunos años, les recomiendo ver la película El Principio (México, 1972) de Gonzalo Martínez Ortega. Ahí podrán ver lo que estas lineas describen.
También el río Sacramento lo destruyeron extrayéndole todo el material, como lo es la arena, la tierra, el cascajo, eso lo hacen los que tienen maquinaria y lo hacen para venderlo a grandes constructoras, y eso,eso no se vale, no esta bien.
Anónimo
Para los que conocimos las Quintas Carolinas nos es fácil comprender a quien escribió estas lineas, esta mujer nos recuerda aquel rincón ya desaparecido, ese paradisiaco lugar donde muchos paseamos, donde fuimos a disfrutar de su paseo arbolado, donde nos relajamos contemplando la majestuosidad no solo de la edificación, sino del paisaje.
Para todos aquellos que deseen conocer este lugar como era hace algunos años, les recomiendo ver la película El Principio (México, 1972) de Gonzalo Martínez Ortega. Ahí podrán ver lo que estas lineas describen.
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