Voy a relatar un poquito de lo que fué mi vida:
Cuando era todavía una niña, yo recuerdo muchísimo, no se me puede olvidar que para pedir permiso para salir un ratito a la calle, tenia que moler nixtamal y hacer tortillas en la estufa de leña, pero cuando se terminaba la leña por ahí buscaba un costal, salia de la casa y por todo el arroyo me iba buscando leña seca para llenar el costal, luego que más o menos completaba me iba para la casa muy contenta porque ya tenia leña para hacer las tortillas para la cena de mi familia que fué muy numerosa, pero aquí lo más importante para mi, era que teniendo el permiso para salir a jugar un ratito con mis amigas ya era mucha ganancia, tenia que hacer lo que mi mama me mandaba, sino, no podía salir, pero a mi me daba mucho coraje y tristeza que luego que trabajaba bastante, mi mamá me daba permiso y a los 10 o 15 minutos me mandaba hablar con mi hermana más chica que yo, imagínense que impotencia y sin poder hacer nada, por que antes si había respeto y se hacia lo que los padres decían y calladitos nos veíamos más bonitos, y pobres de nosotros que contestáramos, con una sola mirada nos decía todo.
Recuerdo que cuando mi papá me pedía un vaso de agua, tenia que cruzar las manos hasta que se terminaba el agua, así era antes.
Con mucho cariño para mi maestro de cada martes, que nos da los cursos de su alumna:
Elo
Gracias.
Cuando era todavía una niña, yo recuerdo muchísimo, no se me puede olvidar que para pedir permiso para salir un ratito a la calle, tenia que moler nixtamal y hacer tortillas en la estufa de leña, pero cuando se terminaba la leña por ahí buscaba un costal, salia de la casa y por todo el arroyo me iba buscando leña seca para llenar el costal, luego que más o menos completaba me iba para la casa muy contenta porque ya tenia leña para hacer las tortillas para la cena de mi familia que fué muy numerosa, pero aquí lo más importante para mi, era que teniendo el permiso para salir a jugar un ratito con mis amigas ya era mucha ganancia, tenia que hacer lo que mi mama me mandaba, sino, no podía salir, pero a mi me daba mucho coraje y tristeza que luego que trabajaba bastante, mi mamá me daba permiso y a los 10 o 15 minutos me mandaba hablar con mi hermana más chica que yo, imagínense que impotencia y sin poder hacer nada, por que antes si había respeto y se hacia lo que los padres decían y calladitos nos veíamos más bonitos, y pobres de nosotros que contestáramos, con una sola mirada nos decía todo.
Recuerdo que cuando mi papá me pedía un vaso de agua, tenia que cruzar las manos hasta que se terminaba el agua, así era antes.
Con mucho cariño para mi maestro de cada martes, que nos da los cursos de su alumna:
Elo
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