martes, 11 de junio de 2013

Recuerdos.

Recuerdo una ciudad más bonita, más amigable, donde existía el respeto y los valores, donde podías pasear tranquilamente no importando la hora que fuera.

Recuerdo lo limpio que era esta ciudad, era la más limpia del país y como no iba a serlo, si las mujeres desde muy temprano lo primero que hacían era barrer el frente de su casa, se levantaban muy temprano  para realizar las labores del hogar y aunque no tenían tantas modernidades como las hay ahora, lo hacían con gusto, y así les alcanzaba el tiempo, lamentablemente ahora, a pesar de tanta ayuda, observamos nuestra ciudad tan sucia, a los jóvenes faltos de valores y de respeto hacia las personas mayores, ya no saben decir por favor, gracias, ni dar los buenos días, ahora dicen, dámelo, quítate y ni siquiera saludan, pasan como si nada.

Le echamos la culpa a las escuelas, al gobierno y a tantas otras cosas, y nos olvidamos que todo esto se enseña en casa, que se predica con el ejemplo, ahora cuando el niño es malcriado, luego luego se dice que es un niño con problemas de déficit, y si los hay, pero la mayoría son niños mal educados, lamentablemente el querer darles todo nos obliga a trabajar, pero aunque es irónico, les quitamos lo más importante, nuestra compañía, nuestro ejemplo, es muy pesado ser padre, ser madre, porque es un trabajo de 24 horas los 365 días del año, pero la base de esto inicia en un matrimonio solido, en donde no existen problemas, pero que dialogando y llegando a acuerdos se pueden solucionar.

La vida nos cambia cuando decidimos dar este paso, lamentablemente ahora ni siquiera lo piensan, total si no funciona pues nos separamos y en medio se quedan los hijos, los cuales solo escuchan de un lado y del otro hablar mal, recuerdo que antes si un adulto tenia problemas, lo solucionaban entre ellos y no frente a los hijos, y aunque existiera el coraje no reaccionaban delante de ellos, tenían el valor de controlarse y buscar el momento adecuado para arreglar las cosas, esto es tener valores.

Hay que aprovechar los adelantos que la ciencia nos ofrece, pero como debe ser, tomar lo bueno y lo malo dejarlo de lado, porque tomamos lo que nos conviene, los niños se la pasan sentados en los video juegos, ¿pero quien es el adulto?, ¿quien lleva el control?, ah, pero nos conviene porque así nos deshacemos de ellos y luego nos quejamos de que están enviciados, en vez de poner un horario y respetarlo, aprovechemos lo que se nos ofrece, pero todo con medida.

                                                                            Anónima.

(La imagen no corresponde a la autora de este relato)

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