viernes, 7 de junio de 2013

¡No teniamos nada!

Cuando tenia 10 años falleció mi mamá y me quede con mi abuelita, mis tíos y mi hermano, tenia papá, pero nada mas lo veía los domingos.

Me gustaba mucho bailar y me iba a las tardeadas, bueno así les decimos nosotros los de México, ahí conocí a mi esposo y me case cuando tenia 18 años y mi marido 19, estaba embarazada de mi primer hijo y luego me fui a vivir con mis suegros, ahí viví 8 años, luego compraron unos terrenos muy lejos y mi concuña y mi esposo quisieron irse a vivir a los terrenos, pero no teníamos casa, ni había luz, no había nada, nada mas había una casa y luego otra mas lejos, vivíamos en una casa de campaña, teníamos que ir muy lejos a traer agua en una carreta que jalaba un burro, y al mandado íbamos también muy lejos. Lavaba en una piedra los pañales de mi hija que tenia un año y cuando tembló en el 85 mandaron a mi esposo para Chihuahua, pues era mecánico de los autobuses estrella blanca.

El se vino primero y consiguió una casa de renta en el Cerro de la Cruz, pero yo no quería venirme para acá, por que tengo a mi familia lejos, pero cuando llegamos, (6 de enero de 1986), no teníamos nada, dormíamos en el suelo en unas cajas de cartón y poquitas cobijas, nada mas pudimos traer poca ropa, teníamos una parrillita, una ollita de a litro para la leche y una cazuelita, la señora que nos rento, me dio un sartén.

Al otro día que llegamos mi esposo se fue a trabajar y les dije a mis hijos, vamos a la tienda, y ya íbamos llegando, cuando vimos que caía algo del cielo, así como "plumitas", y les dije a mis hijos vámonos a la casa, nos asustamos mucho, no sabíamos que era, y rápido llego a mi esposo por que trabajaba en la Zarco y nos dijo, "no se asusten que esta nevando", pero mientras ya nos habíamos asustado.

Extraño mi tierra y a mi familia, por que cuando un familiar muere no podemos ir por que no tenemos dinero, hace 2 años que murió mi papá y no pude ir, y extraño mi tierra, aunque ya tengo como 26 años no me acostumbro.

                                            Maria Antonia Mayen Hernández

Cuantas cosas tenemos muchos de nosotros, cuantos lujos, pocas carencias, pero siempre nos estamos quejando y queriendo mas, aquí un ejemplo de lo que es batallar en la vida y de como luchar para salir adelante, admiro mucho a Maria Antonia y a su esposo, son personas muy dignas y trabajadoras, responsables y dedicados, padres maravillosos y excelentes amigos.

(La imagen no es la de Maria Antonia)

No hay comentarios:

Publicar un comentario